En los últimos años, los coches de hidrógeno se han convertido en una alternativa cada vez más popular para la movilidad sostenible en España. A diferencia de los coches eléctricos, que dependen de baterías recargables, los coches de hidrógeno utilizan pilas de combustible que convierten el hidrógeno en electricidad para alimentar el motor del vehículo. Esta tecnología ofrece una serie de ventajas, tanto para los conductores como para el medio ambiente.
- En primer lugar, los coches de hidrógeno son altamente eficientes. Al no depender de baterías, no tienen las limitaciones de autonomía y tiempo de carga que tienen los coches eléctricos. Los coches de hidrógeno pueden recorrer cientos de kilómetros con una sola carga de hidrógeno, y el tiempo de repostaje es similar al de un coche de gasolina convencional.
- Además, el hidrógeno es una fuente de energía limpia y renovable. A diferencia de los combustibles fósiles, que emiten gases de efecto invernadero y otros contaminantes, la combustión de hidrógeno solo produce vapor de agua. Por lo tanto, los coches de hidrógeno no emiten dióxido de carbono ni otros contaminantes atmosféricos perjudiciales para la salud humana.
- Otra ventaja importante es que la tecnología de hidrógeno se puede utilizar en una amplia variedad de aplicaciones, incluyendo la generación de energía eléctrica y el transporte de mercancías. De esta manera, se pueden aprovechar sinergias para producir y distribuir hidrógeno de manera más eficiente y rentable.
- Otra de las ventajas a la hora de recargar el vehículo de hidrógeno es que se realiza en pocos minutos, por lo que una vez garantizados los puntos de recarga (el principal escollo actual), el uso de vehículos y coches de hidrógeno ofrecerá grandes beneficios tanto para el conductor, como para el medio ambiente.
- Los vehículos que cuentan con este combustible consiguen la ‘Etiqueta Cero’ de la DGT. Lo que conlleva importantes ventajas y beneficios asociados, por ejemplo, al conducir en núcleos urbanos.
En España, el uso de coches de hidrógeno está en constante crecimiento, gracias a la inversión en infraestructuras y estaciones de repostaje.Las grandes ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia ya cuentan con estaciones de servicio de hidrógeno.
Pero eso no es todo, ya que se deberá abarcar toda la red de carreteras principales y secundarias de la UE, cubriendo además ciudades y puntos clave como: aeropuertos, puertos, estaciones de tren o plataformas logísticas. Según el Pacto Verde Europeo (y del cuál hablábamos en este artículo El coche de hidrógeno, un futuro muy cercano – EcotruckServices), la norma europea establece que tiene que haber una separación máxima de 450 km entre surtidores de recarga y de 150 km como mínimo para vehículos hidrógeno. Y todo ello antes del 31 de diciembre del 2030. Lo que acelerará el ritmo de venta de vehículos de hidrógeno o dicho de otro modo, de pila de combustible de hidrógeno.